Mi yo malvado no se arrepiente de haber tenido expectativas sobre como sería la universidad.
Mi yo malvado no se pregunta si está perdiendo el tiempo estudiando algo que quizás no le satisfaga tanto como cree. No duda sobre si es la carrera adecuada. Y no duda sobre si cada segundo que pasa es un segundo perdido, un segundo que no volverá.
lunes, 25 de noviembre de 2013
Hoy no necesito a mi yo malvado para saber que todo va a ir bien, que las despedidas nunca son para siempre y la esperanza nunca muere.
miércoles, 20 de noviembre de 2013
A mi yo malvado no le importa que sus compañeros de piso le hayan despertado dando gritos.
martes, 19 de noviembre de 2013
Hoy mi yo malvado piensa que en lo que destacaré, es en lo que me he esforzado.
Ambos opinamos que jamás es culpa del mensajero.
Mi yo malvado no está triste por haber suspendido. Piensa que no todo puede ser bueno en esta vida, y le hace sentirse por fin un universitario frustrado.
